two. Rezar el Rosario: El Rosario es una poderosa herramienta para ayudar a las almas del purgatorio. Al rezarlo, podemos ofrecer cada misterio y cada ave María por el descanso de una o varias almas.
Las oraciones por las almas en el purgatorio se basan en la creencia de que podemos ayudar a estas almas a avanzar en su purificación y alcanzar la paz eterna.
¡Dios Todopoderoso y Eterno! Porque es tu voluntad que recemos por las Almas del Purgatorio, yo te ofrezco, por medio de las manos sin manchas de María, todas las Santas Misas que se celebran hoy, por tu gran honor y por la redención de las Almas del Purgatorio. Con humildad te suplico que borres sus culpas por los méritos demasiado valiosos de tu Hijo muy Amado y ten piedad de ellas. Para la restitución de la alabanza, el amor, el honor, las gracias, y los méritos que estas almas dejaron de mostrar y tomar, yo te ofrezco toda alabanza, amor, honor, gracias y sufrimientos de tu Hijo por los que te honró aquí en el mundo. En reparación de todos los abandonos y descuidos cometidos por estas almas, te ofrezco el fervor lleno de alabanza con el cual tu Hijo realizó todas sus obras aquí en la tierra, y que ahora son renovadas y entregadas a Ti en todas las Santas Misas. En reparación de todos los errores y de todo lo que se dejó sin hacer por estas almas, te ofrezco todas las virtudes que practicó tu Hijo y que aún practica y completa en todas las Santas Misas.
Tú, que has acrecentado al Carmelo con numerosos hijos que viven de su espíritu en la vida religiosa y dan testimonio en medio del mundo,
Durante este proceso de purificación, se cree que las almas del purgatorio pueden ser ayudadas por las oraciones de los vivos.
En resumen, es importante rezar por las almas del purgatorio porque es un acto de caridad cristiana, cumplimiento de un deber de justicia y una forma de reconocer nuestra propia necesidad de purificación.
Esta novena consiste en rezar durante nueve días seguidos una serie de oraciones específicas para obtener la liberación y el descanso eterno de las almas que se encuentran en el purgatorio.
El Papa Benedicto XVI nos recordaba – en el día de los muertos de 2008 – por qué es tan importante rezar por las almas del purgatorio:
Recuerda que estas preguntas son solo una guía y puedes personalizarlas según tus propios intereses y necesidades. Espero que te sean útiles en tu labor como creador de contenido sobre oraciones y almas en el purgatorio.
Oh Dios, que adornaste a la Orden de la Conquerísima siempre Virgen y Madre tuya María con el singular título del Carmelo: concede propicio que escudados con los auxilios de aquella cuya conmemoración celebramos, seamos dignos de llegar a los gozos eternos. Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Así sea.
Dios Espíritu Santo, enciende en mí el fuego de tu divino amor. Aviva mi fe y confianza, acepta benignamente las oraciones que te ofrezco por las almas que sufren en el Purgatorio. Quiero aplicar los méritos de esta devoción en favor de toda la Iglesia Sufriente y en especial por mis difuntos padres, hermanos, hermanas, bienhechores, parientes y amigos. Atiende mi plegaria para que podamos reunirnos en el Reino de tu gloria. Dios Espíritu Santo, te doy gracias por todos los beneficios con que has santificado, fortalecido y aliviado a estas benditas almas y en especial por consolarlas en los actuales sufrimientos con la certeza de la felicidad eterna. Que pronto se unan contigo y oigan aquellas benditas palabras que las llaman al hogar del Cielo: "¡Vengan, los Bendecidos por mi Padre! Tomen posesión del Reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo"
¿Podemos Oración a la Virgen del Carmen del Monte Carmelo por las Almas del purgatorio ofrecer nuestras propias penitencias y sacrificios como oraciones por las almas del purgatorio?
Concédele a mis padres la paciencia y la tranquilidad necesaria, porque yo sé que a veces cometo varias faltas y les ruego que me perdonen.
Danos hoy nuestro pan de cada Oración a la Virgen del Carmen del Monte Carmelo por las Almas del purgatorio día y perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Te ruego humildemente eterno, benigno y misericordioso Padre, que perdones a las pobres almas su pesada abundancia de culpas, porque no han amado a sus enemigos y no han querido perdonar.